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Como dijo la fenomenal Audre Lorde: "para las mujeres negras, el cuidado personal no es un lujo, es autopreservación". En momentos como estos, es fundamental colocar el cuidado personal en un lugar preferencial de nuestras rutinas para afirmar nuestro mérito y nuestro valor.
Recientemente dirigí unos ejercicios de movimiento y respiración conscientes y compartí parte de mi rutina de cuidado personal en asociación con Neutrogena®. ¡Sigan acompañándonos y también verán una aparición especial de mi perra, la Sra. Josephine Baker!
Nuestra salud mental y emocional es clave para nuestro bienestar y nos ayuda a estar ahí para nuestras familias y este movimiento. Aquí hay algunos consejos que he estado incorporando a mi propia práctica de cuidado personal para cultivar el bienestar interno y externo.
El cuidado personal a menudo significa volver a lo básico y prestar atención a lo más esencial: la respiración. Cuando generamos un espacio y un momento para respirar, le estamos haciendo saber a nuestro sistema nervioso que estamos listas para desacelerarnos, aplacar la mente y calentar el cuerpo. No importa lo que esté sucediendo a nuestro alrededor; siempre es importante encontrar unos momentos del día para concentrarnos en la respiración. Ya sea que lo hagas al aire libre (a mí me encanta hacerlo en el jardín), en una silla cómoda o en el piso, intenta mantener la columna larga y estirada y relaja los músculos. Mientras inhales y exhales, siempre habrá ruidos y distracciones pero intenta mantenerte conectada contigo de una manera amorosa y delicada.
La salud mental lo es todo... ¡creo firmemente en la terapia! Cuidar el bienestar emocional es igual de vital que cuidar el bienestar físico. Para seguir sintiéndonos bien no debemos subestimar lo que necesitamos. Sea un terapeuta, una amiga o un familiar, asegúrate de tener a alguien con quien hablar para que nunca sientas que tienes que atravesarlo sola. Y recuerda que afuera existen recursos para ayudarte cuando las cosas se pongan duras.
Mi piel es un indicador de mi cuidado personal: si no se ve sana, no me estoy poniendo en primer lugar. Las mujeres siempre tenemos el doble de obligaciones, por eso cuando te concentras en la parte de la piel del cuidado personal, estás haciendo algo que es bueno para ti interna y externamente. Todos sabemos que la vida puede ser atareada y caótica; por eso, cuando es posible, soy multitarea y me encanta que los productos para el cuidado de la piel también lo sean.
Cuando hago yoga al aire libre, me pongo el protector solar Hydro Boost de Neutrogena que me protege la piel y a la vez la mantiene humectada y sana. También soy meticulosa con el lavado del rostro y las toallitas húmedas de Neutrogena son una manera cómoda y asombrosa de asegurarme de que estoy aprovechando ese momento para cuidar mi piel, aunque todo lo que tenga sea ese breve momento.
Los elementos de una rutina de cuidado personal congruente (ejercicio, beber agua, prestar atención al cuidado de la piel, hacerse tiempo para la salud mental) son fundamentales para sentirnos bien. Así que recuerden, amigas: ¡respiraciones profundas y a cuidarse!