¿Sabías que algunos de los hábitos de tu estilo de vida pueden afectar tu piel? No, no hablamos sobre esos polémicos pasos de baile que subiste a TikTok la semana pasada. Nos referimos, más bien, a factores presentes en tu vida cotidiana, que van desde tus patrones de sueño y tus hormonas hasta la exposición al sol y la contaminación.
Estos factores pueden contribuir a la textura y el tono disparejos de tu piel. El tono de piel disparejo se caracteriza por la decoloración o la presencia de manchas oscuras irregulares. También es posible que percibas un cambio en la textura. O que notes aspereza, manchas y bultitos. En muchos casos, la textura irregular es causada por la acumulación de piel muerta en la capa exterior de la piel.
Causas comunes del tono de piel disparejo
Exposición al sol.
Sentir la calidez del sol en el rostro es muy placentero. Y no queremos que dejes de incorporar tu pequeña dosis diaria de vitamina D. La desventaja es que los rayos UVA y UVB pueden causar daño solar, que se manifiesta en forma de manchas marrones y un tono de piel desigual.
Las hormonas.
El melasma es un tipo de hiperpigmentación, resultado del aumento de la producción de hormonas. Puede manifestarse como manchas marrones o de un color gris azulado. Es común y benigno, y en general desaparece al cabo de algunos meses.
Contaminación.
El aire está lleno de partículas diminutas, impurezas y suciedad. Y adivina dónde terminan depositándose. En tu rostro. Y con el tiempo pueden llegar a generar decoloración en tu piel.
Envejecimiento.
Día tras día, nuestra piel va envejeciendo un poquito más. Son las reglas del juego. El envejecimiento natural trae aparejadas arrugas, líneas de expresión y manchas propias de la edad.
Hábitos del sueño.
Las noches sin dormir y el sueño no reparador pueden contribuir a producir ojeras e hinchazón bajo los ojos. La piel puede tener un aspecto apagado u opaco.
¿Qué puede ayudar a evitar el tono disparejo en la piel?
Usa protector solar todos los días.
Puedes proteger tu piel de los rayos dañinos del sol y los factores ambientales cotidianos aplicándote un protector solar de amplio espectro antes de salir a cualquier lado. Te recomendamos que tenga un SPF de al menos 30.
Hazte una exfoliación al menos una vez por semana.
Un exfoliante facial en crema o líquido ayuda a eliminar la piel muerta, la cual puede obstruir los poros y causar brotes. La exfoliación también permitirá que los sueros y humectantes penetren más profundamente en tu piel.
Incorpora un suero facial en tu rutina para tener una piel resplandeciente.
Después de lavarte el rostro, este debe ser el paso dos. Los sueros faciales son importantes porque actúan mejorando el tono, la textura y la luminosidad de la piel.
Hidrata tu piel... e hidrátate tú también.
El agua ayuda a mantener la salud de la piel. No olvides beber suficiente agua durante el día para darle la hidratación que tanto necesita. ¿Necesitas un poco de ayuda? Los humectantes formulados con ácido hialurónico son el complemento ideal.
Duerme lo suficiente.
Por último, pero no por eso menos importante: es esencial que duermas 7 u 8 horas. Evitarás que se te formen ojeras y te sentirás más alerta durante el día. ¿Quieres dormir mejor durante la noche? Deja de usar tu teléfono celular entre 30 minutos y una hora antes de irte a la cama. Puedes poner música relajante, practicar algún ejercicio de respiración profunda o hacer una meditación breve.