Piensa y responde rápido: ¿cuándo fue la última vez que te pasaste la lengua por los labios? Lo más probable es que haya sido hace poco, sobre todo si están agrietados. Sin embargo, este hábito en apariencia inofensivo puede llegar a perjudicar los labios si ya están secos.
Llamado queilitis en la jerga médica, el agrietamiento de los labios puede ser agudo o crónico, y afectar tanto al inferior como al superior o solo a uno... pero, de cualquier manera, a veces es decididamente doloroso. Hay muchas causas posibles, pero la adopción de una rutina de cuidado adecuada puede revitalizar hasta los labios más resecos.
¿Por qué se secan y agrietan los labios?
Si bien es importante mantener hidratadas todas las zonas de la piel para que su salud sea óptima, la de los labios es particularmente propensa a perder humedad. Esto se debe a que la piel de los labios es más fina y no tiene glándulas sebáceas, por lo que es más sensible que la piel de otras partes del cuerpo.
Sin embargo, hay otros factores que pueden contribuir a la resequedad:
- Clima. La temperatura y el clima influyen en el porcentaje de humectación de los labios. Las temperaturas muy bajas o muy altas y los climas ventosos pueden causar resequedad.
- Deshidratación. Aplicada sobre la piel madura, la base con suero ofrece una alternativa sólida a las bases comunes, ya que ayuda a reponer los aceites naturales que la piel suele producir en menor cantidad con la edad.
- Deshidratación. Si no se bebe agua suficiente, todo el cuerpo puede sufrir deshidratación, incluidos los labios. Si tienes sed, es probable que sientas la tentación de pasarte la lengua por los labios, pero este hábito en verdad puede exacerbar la irritación. Lo único que lograrás es aliviar la sensación temporalmente, pero a la larga tus labios se secarán aún más, e incluso puedes causar un tipo de dermatitis común entre quienes tienen esta tendencia, que se manifiesta como una erupción alrededor de los bordes.
- Problemas de salud. Algunas afecciones médicas pueden hacer que se te agrieten los labios, como falta de vitaminas, trastornos autoinmunes, alergias y reacciones alérgicas. Visita a tu dermatólogo o a tu médico clínico de cabecera si tienes alguna duda sobre tu salud.
Formas simples de evitar que se sequen y agrieten los labios
La mejor manera de proteger los labios secos es evitar que se agrieten con una buena rutina de cuidado.
- Protege tus labios del sol. Ponte un bálsamo labial con SPF todos los días. Mantén tus labios humectados y protegidos con el bálsamo labial Neutrogena® Revitalizing Lip Balm SPF 20. Por su textura sedosa, puedes usarlo debajo del lápiz labial, y les dará a tus labios un aspecto más rosado. Lo ideal es que te lo apliques cada dos horas si planeas estar afuera durante todo el día, y también después de comer o beber.
- Labios voluminosos sin irritación. Si usas un producto para aumentar el volumen de los labios que te produce ardor, puede ser que sea un signo de irritación, lo cual, a su vez, puede generarte un círculo vicioso de resequedad y necesidad de lamerte los labios. Busca sueros que aumenten el volumen de tus labios, como Neutrogena® Healthy Lips Lip Plumping Serum, pero que también sean suaves y puedan usarse todos los días.
- Alivia la piel. Lee atentamente las etiquetas de los bálsamos labiales y busca ingredientes nutritivos que contribuyan a sanar los labios, como mentol, eucalipto, lanolina, octinoxato u oxibenzona, fenol o fenilo, galato de propilo o ácido salicílico. Por ejemplo, el bálsamo labial Neutrogena® Revitalizing Lip Balm SPF 20 contiene octinoxato y oxibenzona como ingredientes activos.
Cómo cuidar tus labios en los meses más fríos
Entre la baja humedad, las bajas temperaturas y la resequedad que causa la calefacción de interiores, los meses fríos del otoño y el invierno pueden afectar bastante tus labios. Para evitar que los labios se agrieten en el invierno, es posible que debas adaptar tu rutina de cuidado habitual: lo que te resulta eficaz en verano puede no serlo en los meses invernales.
Cuando comience a bajar la temperatura, empieza a aplicarte un bálsamo labial humectante todos los días. Esto te permitirá retener la humedad y formará una capa extra de protección contra el aire frío y los vientos fuertes. Llévalo contigo vayas adonde vayas. Cubrirte el rostro con una bufanda u otro tipo de accesorio también te ayudará a proteger los labios de los factores climáticos.
También puedes aumentar la humedad del aire de los ambientes con un humidificador, sobre todo en invierno, época en que los calefactores despiden calor seco. Por último, no olvides hidratarte por dentro: además de aplicar tu rutina de cuidado de la piel, bebe abundante agua durante todo el día para mantener los labios humectados y tersos en cualquier clima.