La importancia de tener la piel hidratada

Una piel hidratada es una piel feliz. Simplemente se ve y se siente bien. Si quieres un cutis saludable y luminoso, no hay nada tan importante como la hidratación para el cuidado de la piel. Pero aunque parezca que mantener la piel hidratada es sencillo, puede ser más difícil de lo que suena.

La piel deshidratada necesita agua, pero quizás precises más que una capa de tu humectante favorito para devolverle la vitalidad. ¿La buena noticia? Puedes lograrlo con los hábitos y productos adecuados y un poco de amor y cuidado.

La piel luce radiante cuando está bien hidratada. La hidratación afecta la textura y apariencia de la piel, aportándole suavidad y tersura. En otras palabras, la piel hidratada se ve más joven. A diferencia de la humectación, que ayuda a retener la humedad de la piel, la hidratación le aporta agua. La piel deshidratada puede resecarse, pero también puede tener grasitud. La piel seca se caracteriza por una menor producción de sebo, pero a la piel deshidratada simplemente le falta agua. Cuando la piel está deshidratada, puede verse más opaca, sentirse más tirante o estar más propensa a la inflamación, la congestión o los brotes de acné.

Desafortunadamente, comprender la importancia de la hidratación no es lo mismo que tener una piel hidratada, pero es el primer paso hacia una piel más feliz.

Si tu cutis está rogándote que le des algo de beber, concéntrate en crear una rutina constante repleta de productos y tratamientos hidratantes para el cuidado de la piel y, claro está, más agua. Evita los ingredientes que resequen la piel, como el alcohol o la menta, y elige alternativas hidratantes.

Si tu piel está hidratada y quieres que siga así, apunta a lo siguiente:

• 1. Usa productos a base de agua: La clave de la hidratación es el agua, así que elige productos a base de agua siempre que puedas. Prueba usar un gel humectante hidratante a base de agua después de la limpieza y exfoliación para ayudar a restablecer la hidratación de tu piel.
• 2. Agrega sueros a tu rutina: Dale a tu piel la posibilidad diaria de absorber un suero repleto de propiedades. Prueba usar un suero hidratante justo antes de humectar la piel por la mañana, y agrega un suero nocturno a tu rutina por la noche.
• 3. Aplica una crema nocturna: La piel rejuvenece naturalmente al dormir, de modo que es un momento ideal para concentrarse en restaurarla y tratarla. Dale a tu cutis una renovación adicional por la noche con una crema nocturna o un humectante más pesado de lo que usarías durante el día.

Las estanterías de las tiendas están repletas de productos hidratantes esperándote para ayudarte a revitalizar tu piel. Si la variedad te abruma y deseas simplicidad en tu rutina, busca el ingrediente clave: ácido hialurónico. Esta sustancia natural se encuentra en todo el cuerpo, pero especialmente se concentra en la piel. ¿De qué modo el ácido hialurónico hidrata la piel? Bueno, su principal función es unirse al agua y retenerla dentro de la superficie de la piel.

La polución y otros factores ambientales estresantes o desencadenantes presentes en la vida cotiana pueden afectar la salud de la piel, dejándola seca y opaca. Al incorporar un producto que incluya ácido hialurónico en tu rutina, podrás ayudar a mantener tu piel hidratada para que se vea y sienta fresca.

Así que dale a tu piel una refrescante dosis de agua; ella se lo merece y tú también.