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Los poros parecen pequeños orificios en la superficie de la piel y suelen notarse más en la zona T: la frente, la nariz y el mentón. El tamaño de los poros es predeterminado principalmente por tus genes, además, los poros pueden dilatarse con la edad o la frecuente exposición al sol. Los poros también pueden parecer más dilatados y notarse más cuando se obstruyen con impurezas, aceite y células epiteliales muertas. Esto hace que sea esencial un régimen de limpieza y exfoliación efectivo para mantener los poros limpios y minimizar su apariencia.
Si bien el tamaño de los poros es en gran medida predeterminado, puedes implementar ciertos pasos para reducir su tamaño significativamente.
Para que tu piel luzca radiante y minimizar el aspecto de los poros dilatados, busca productos en cuya fórmula haya alfa o beta hidroxiácidos que ayudan a aflojar y remover las células epiteliales muertas y suavizar las zonas disparejas y ásperas, lo cual puede acentuar el tamaño de los poros haciéndolos parecer más dilatados. Esto puede ayudar a evitar que los poros se obstruyan y deja la piel con un aspecto más radiante y terso. Además, los productos que contienen retinol, una forma de vitamina A, también son beneficiosos para suavizar el aspecto general de la piel.1 No obstante, algunos productos con retinol pueden hacer que tu piel sea más sensible al sol. Por lo tanto, usa siempre un protector solar sin aceite y de amplio espectro con un factor de protección solar (SPF) de al menos 30.
Finalmente, si usas maquillaje, comienza con una leve aplicación de una base sin aceite con un acabado mate. La piel brillante junto con demasiadas capas de base, puede hacer en verdad, que los poros se vean aún más dilatados. Controla el brillo durante el día con paños absorbentes o refresca tu base con un polvo translúcido. Las partículas finas y livianas evitan que los pigmentos de color se acumulen en los bordes de los poros para reducir su apariencia notablemente.
Te recomendamos que consultes con tu dermatólogo o médico para que te proporcione un diagnóstico y un tratamiento adecuados.