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Los exfoliantes químicos formulados con componentes como AHA, BHA y PHA son muy populares ahora. (Sí, sabemos que tal vez sean muchas siglas, pero te prometemos explicarlas en detalle). No es ninguna sorpresa que los productos con estos componentes eficaces aparezcan en cada vez más fotos de productos. ¿Quién no quiere lucir ese brillo natural?
Una piel radiante suele ser el resultado de la exfoliación regular. Existen dos tipos de métodos de exfoliación (físicos y químicos), que veremos a continuación. Pero primero, vamos a explicar esas siglas.
Los AHA, BHA y PHA son ácidos que actúan sobre la piel y tres tipos de exfoliantes químicos. Antes de que te alarmes, aquí te explicamos.
AHA es una sigla que significa alfa-hidroxiácido.
Actúa sobre la superficie de la piel para reducir un aspecto de textura irregular. Este tipo por lo general se deriva de frutas. Por ejemplo, papaya, calabaza y piña, ¡mmm! Tal vez también hayas oído los nombres ácido glicólico, ácido mandélico y ácido cítrico porque todos esos son AHA comúnmente usados en los productos de cuidado de la piel.
BHA es una sigla que significa beta-hidroxiácido.
Se trata de ácidos solubles en grasa que pueden introducirse en la superficie de la piel para exfoliar y ayudar a disolver piel muerta y grasa que obstruyen los poros. Un ejemplo perfecto de BHA es uno que todas conocemos y amamos: el ácido salicílico.
Por último, PHA es una sigla que significa polihidroxiácido.
Tiene moléculas ligeramente más grandes que las que se encuentran en los AHA y funciona de manera similar. Este tipo tiende a ser más suave y contiene propiedades hidratantes. Un ejemplo de PHA es la gluconolactona, un exfoliante y humectante líquido.
Si bien nos encantan los beneficios del ácido salicílico, nos centraremos en los AHA y en los PHA, y en la diferencia entre la exfoliación física y química.
Mudamos piel muerta todos los días. ¡Así es! Un exfoliante químico (un ácido como un AHA o un PHA) complementa este proceso. Funciona para aflojar las uniones entre las células muertas de la superficie de la piel, de manera que puedan removerse con mayor facilidad. Con el uso regular, la superficie de la piel puede lucir más uniforme y radiante. También puede ayudar a minimizar el aspecto de los poros.
Los exfoliantes químicos como los AHA son ideales para piel seca, normal, mixta y madura. Entre los beneficios de los AHA, se incluyen mayor suavidad y luminosidad de la piel. Los PHA contribuyen a que la piel tenga un aspecto más joven, luminoso y saludable.
Los exfoliantes químicos por lo general se encuentran en sueros, máscaras faciales, almohadillas y más. También puedes conversar con tu dermatólogo para saber si un peeling químico es adecuado para tu piel.
Los exfoliantes físicos están formulados con algún tipo de partícula pequeña. Imagina gránulos de azúcar o perlas para exfoliación ecológicas. Las partículas permiten aflojar las células muertas y removerlas de la superficie de la piel para revelar un cutis más suave y luminoso. Es como un pulido.
Ten en cuenta que este tipo de exfoliación puede resultar un poco abrasiva para algunos tipos de piel, como la piel seca y sensible. Encontrarás exfoliantes físicos en forma de exfoliantes faciales, almohadillas y toallitas húmedas. Un cepillo facial funciona de la misma manera. Para una exfoliación física profesional, conversa con tu dermatólogo sobre la microdermoabrasión para saber si puede ser beneficiosa para tu piel.
Ahora que conoces la diferencia, es útil saber cuándo usar un exfoliante químico como parte de tu rutina de cuidado de la piel. (Pista: combínalos con nuestros limpiadores Skin Balancing según tu tipo de piel).
Resulta que puedes usar uno todos los días como segundo paso de tu rutina. Con los exfoliantes líquidos, es superfácil aplicarse AHA o PHA con unas pocas pasadas. Vierte una pequeña cantidad en un disco de algodón y aplícate una capa uniforme en todo el rostro y cuello recién lavados. Es como un tonificador facial. Ten cuidado cerca de los ojos y espera que se absorba en la piel antes de continuar con tu humectante favorito (paso tres) y protector solar (paso cuatro).
Si decides usar un exfoliante químico en forma de máscara facial, es importante que sigas las instrucciones del envase. Como regla general, te conviene usarlo uno o dos días a la semana.
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