Qué forma de rostro tienes y técnicas de iluminado y contouring

El maquillaje no es mágico, pero la técnica correcta de contouring e iluminado pueden dar la ilusión de tener otros rasgos. A un nivel más sutil, el contouring simplemente ayuda a resaltar tus rasgos naturales. Ya sea que optes por un look simple o por esculpirte una nueva estructura ósea, aquí te mostramos cómo identificar cuál es la forma de tu rostro y cómo utilizar las técnicas de iluminado y contouring.

El contouring y el iluminado no es un proceso único para todas. Determinar la forma única de tu rostro te ayudará a entender qué rasgos te gustaría resaltar o disimular. La técnica de contouring no viene con reglas, pero puede ser útil para apoyarte en maneras clásicas y favorecedoras de iluminar y definir la forma de tu rostro.

Si tus pómulos son altos y son la parte más ancha de tu rostro y tu mentón es curvo, tienes un rostro redondo. Aplica la técnica de contouring a lo largo de la línea del cabello y debajo de los pómulos para agregar definición, usando un rubor semi-claro en el centro de las mejillas y aplicando un iluminador en la frente y el mentón.

Si tu rostro es alargada con bordes angulares y una mandíbula cuadrada, tienes un rostro rectangular. Aplica el contouring a lo largo de la línea del cabello y debajo de los pómulos para crear ángulos más definidos. Ilumina las mejillas, la nariz y el mentón.

Si tus mejillas, frente y mandíbula tienen el mismo ancho, pero tu mentón es angular, tienes un rostro cuadrado. Utiliza un contorno a lo largo de la línea del cabello y la quijada para crear sombras que adelgacen tu rostro. Ilumina justo debajo de los pómulos para resaltarlos bien.

Si tu frente es ancha, tus pómulos son altos y luego tu rostro se afina hasta llegar al mentón, tienes un rostro en forma de corazón. Para agregar definición, intenta aplicar el contouring justo debajo de los pómulos e ilumina el centro de tu rostro. También podrías aplicar el contorno a lo largo de la línea del cabello y agregar rubor en el centro de tus mejillas.

Si tienes una frente y un mentón pequeños con pómulos altos y anchos, tu rostro tiene forma de diamante. Para alargar tu rostro, aplica el contorno a lo largo de la línea del cabello y debajo de los pómulos. Luego, ilumina justo debajo de los pómulos con un color más claro para que resalten.

Si tu rostro es más largo que ancho y tus pómulos son la parte más ancha, la forma de tu rostro es ovalada. Prueba usar un bronceador o rubor en el centro de las mejillas y un iluminador en tus pómulos, nariz y frente.

Muchos tipos de productos para contouring e iluminado pueden darle una nueva profundidad a tu rostro. Te mostramos cómo iluminar y definir la forma de tu rostro con la rutina adecuada para tu nivel de habilidad para el maquillaje y tu tipo de piel.

• Los polvos son los más fáciles de controlar y combinar, lo que los convierte en la mejor opción para las principiantes o las que tienen prisa. También son ideales para pieles grasas, que no siempre van bien con formulaciones más cremosas. Aplica los polvos para contouring con una brocha inclinada para agregar definición, mientras que los iluminadores en polvo requieren una brocha más pequeña para una aplicación precisa.
• Las formulaciones más líquidas pueden requerir más difuminación, pero a menudo brindan un acabado más natural y uniforme. Puedes difuminarlo con los dedos, pero una brocha de base rígida (para el contorno) y una brocha mofeta (para el iluminador) te darán más control sobre la aplicación.
• Los productos para contouring en crema son más espesos, lo que los convierte en los más difíciles de difuminar. Sin embargo, si lo haces bien, te recompensarán con resultados más impecables. Toma una brocha para base o una esponja húmeda para lograr un efecto uniforme.

Termina tu look con una fina capa de polvo compacto para ayudar a fijar el maquillaje y que el look te acompañe en cualquier aventura que tengas por delante.