Cómo encontrar el mejor humectante para tu tipo de piel

La humectación es la base de una buena rutina de cuidado de la piel. Los demás pasos podrán variar según las preferencias personales, pero lo que no puede faltar en ninguna rutina es una forma de proteger la piel de los elementos externos, la contaminación y los rayos UV.

Sí, todo eso está muy bien, hasta que llega el momento de elegir un producto. ¿Cómo sé cuál es el mejor humectante para mi tipo de piel? ¿Qué ingredientes son importantes? ¿Existirá realmente una gran diferencia en cómo funcionan todos estos distintos humectantes?

Todos alguna vez hemos bloqueado el paso en el área de productos de belleza sin darnos cuenta por estar compenetrados mirando la infinidad de estantes con recipientes y botellas que prometen deshacerse de la piel seca para siempre. Encontrar el producto justo para tu piel puede hacer un mundo de diferencia en cómo se ve y se siente. Afortunadamente, hay un producto para cada tipo de piel; solo tienes que saber qué es lo que estás buscando.

Si haces un poco de memoria, quizás recuerdes de alguna clase de biología en la escuela secundaria que la piel está compuesta de diferentes capas. La capa más externa, el estrato córneo, tiene mucho que ver en cómo se ve y se siente tu piel y, lo más importante, la protege de los irritantes.

Una piel suave y bien hidratada tiene un estrato córneo con un contenido de agua de entre 10% y 30%, según la Harvard Medical School . Los humectantes le otorgan a esta capa externa un poco de hidratación extra y la ayudan a retener agua para mantenerla sana, rozagante y sin grietas ni inflamaciones incómodas. Para lograr esto, los productos humectantes generalmente se valen de una combinación de tres componentes básicos, además del agua:

1. Hidratantes. La glicerina, el ácido hialurónico, la miel y el pantenol son como "imanes" que atraen el agua desde las capas más profundas de la piel, e incluso del aire que te rodea, hacia el estrato córneo.
2. Oclusivos. Estos ingredientes evitan que el agua se evapore de tu piel. Sin ellos, toda humedad adicional que quisieras agregar se disiparía rápidamente. Los oclusivos suelen ser sustancias cerosas u oleosas, como vaselina, lanolina, lecitina, aceite mineral y alcohol cetílico, o siliconas como la dimeticona y la ciclometicona.
3. Emolientes. En esta categoría, se encuentran los ingredientes que le otorgan suavidad a la piel y que contribuyen a restaurar la barrera cutánea Algunos oclusivos e hidratantes también pueden actuar como emolientes.

La formulación exacta y los ingredientes que debes buscar dependerán de las necesidades únicas de tu piel. Un humectante que es perfecto para una mujer con piel grasa probablemente no sea lo suficientemente hidratante para su amiga con piel seca. Del mismo modo, ese producto humectante que elimina la resequedad en los meses más secos del invierno puede hacer que una piel grasa se vea bastante más grasosa.

Aquí te mostramos cómo encontrar el humectante perfecto según tu tipo de piel.

¿Tu piel se siente tirante o se descama? Bienvenida al mundo de la piel seca. Si tienes una tez seca, es probable que tu barrera cutánea deje escapar bastante humedad. Para algunas personas, la piel seca es solo un problema estacional que se debe al clima frío y seco (¡Hola, piel de invierno!) o al sol fuerte del verano; mientras que a otros, la resequedad los acompaña durante todo el año.

Puede que tu primer instinto sea embadurnar tu piel con el humectante más espeso y pegajoso que haya, pero espera ¡no lo hagas! Hay algunos puntos a tener en cuenta antes de hacer tu elección.

El mejor humectante para la piel seca muy probablemente deba contener hidratantes, esos "imanes de agua" de los que hablábamos, como el ácido hialurónico y la glicerina, que atraen la humedad. El ácido hialurónico, que se encuentra naturalmente en la piel, atrae la humedad hacia su capa superior mientras que la glicerina alivia suavemente el enrojecimiento y la irritación, además de eliminar la piel descamada.

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Con una piel grasa, uno tiende a lavarse la cara una y otra vez en lugar de aplicar un humectante de uso diario. Y sí, es la mejor forma de deshacerse de ese exceso de brillo, ¿no?

Aunque suene contradictorio, según la Academia Americana de Dermatología, un buen humectante podría ser exactamente lo que tu piel grasa necesita. Lo cierto es que despojar a la piel de tu cara de sus aceites, ya sea por lavado excesivo o por ingredientes secativos como el ácido salicílico, hace que tu cuerpo genere aún más grasa.

Mientras que, para ti, tu rostro se siente grasoso, para tu cuerpo, esa repentina falta de grasa significa que la piel se está resecando. Y entonces, comienza a producir grasa extra para compensar la pérdida. Mantener tu piel adecuadamente hidratada puede ayudar a controlar el ciclo de producción excesiva de sebo.

El mejor humectante facial para pieles grasas será un producto liviano que no se sienta pesado sobre la piel pero que conserve su poder hidratante. La Academia Americana de Dermatología recomienda buscar un producto sin aceite y no comedogénico para que no obstruya los poros.

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Este tipo de piel, además de seca, tiende a presentar picazón, manchas, irritación o erupciones tipo rash a la menor provocación. La piel seca puede ser impredecible cuando también es sensible pero, con el humectante adecuado, la piel mantendrá su equilibrio sin irritaciones.

Los productos humectantes para pieles secas y sensibles deben ser hidratantes y no irritantes en igual medida. (No, que pique no solo significa que está funcionando). Busca productos que contengan emolientes (como la dimeticona), que ayudan a reparar la barrera cutánea, y humectantes (como el ácido hialurónico y la glicerina), que atraen y retienen la humedad.

Como tu piel puede ser sensible a algunos ingredientes, la Academia Americana de Dermatología sugiere optar por productos sin fragancia y evitar cualquier contenido de alcohol, retinoides o alfa hidroxiácidos.

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Si parece que todo, desde los ingredientes para el cuidado de la piel hasta los detergentes para la ropa y factores ambientales, hace que tu piel entre en pánico (manchas rojas, picazón, ardor, irritación, urticaria) es posible que tu piel sea demasiado sensible a humectantes que, de lo contrario, serían una fantástica combinación para tu tipo de piel.

Según el Journal of the American Academy of Dermatology, los humectantes son clave cuando se trata de proteger la piel sensible de la inflamación y otros síntomas de afecciones como la dermatitis atópica. Pero, si bien es cierto que la piel sensible puede estar asociada con la piel seca, no siempre van de la mano. Si no sientes la piel tirante y seca, tal vez no necesitas un humectante intenso.

En su lugar, revisa las etiquetas y elige humectantes hipoalergénicos, sin colorantes y sin fragancia (no solo sin perfume). Por más que un producto sea sin perfume, aún pueden presentar fragancias para cubrir el olor de otros ingredientes del producto. La manzanilla y el aloe también pueden tener efectos calmantes para la piel sensible.

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Si tienes piel propensa al acné, muy probablemente un humectante sea lo último que pienses incluir en tu rutina de cuidado de la piel. Pero créenos, un humectante no tapará tus poros ni causará más brotes. De hecho, humectar con regularidad alivia la piel propensa al acné y restaura la barrera cutánea, que es lo que, justamente, evita los brotes.

Según el Journal of Clinical and Aesthetic Dermatology, las pieles propensas al acné pueden tener una barrera cutánea que naturalmente se resiste a los estímulos y no colabora. Si a esto le sumamos factores como productos secativos (incluidos los remedios populares para el acné como el peróxido de benzoilo y los retinoides) y la tentación de refregar constantemente una piel propensa al acné, sin darle tiempo a regenerarse o curarse de los brotes, el resultado más probable será una piel roja, inflamada, descamada, irritada y reseca. Y cuando tu piel está seca, compensa la falta produciendo cantidades excesivas de grasa, cosa que termina derivando en más brotes de acné.

No es de extrañar que te resulte difícil continuar con estos tratamientos si tu piel simplemente no se siente bien y el ciclo de brotes parece no detenerse nunca.

La buena noticia es que la humectación combate la disfunción de la barrera cutánea causada por medicamentos tópicos. Para encontrar el mejor humectante para la piel propensa al acné, la Academia Americana de Dermatología recomienda buscar productos que estén etiquetados como libres de aceite y no comedogénicos y que alivien la resequedad e irritación, lo cual hará que te resulte más fácil seguir los tratamientos para el acné a largo plazo.

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¿Sientes que tu piel no se decide? Si tus mejillas están resecas pero tienes la frente y la nariz grasas, probablemente tengas piel mixta. Parece que cada parte de tu piel tiene necesidades distintas, sin embargo, todo lo que necesitan es un buen humectante para todos los días.

El mejor humectante para pieles mixtas debe cumplir una doble función. Idealmente, debería hidratar las áreas secas de la cara quitando la sensación de grasitud en la llamada zona “T”. La Mayo Clinic recomienda elegir una fórmula libre de aceite y de peso medio, la cual tiene mayor probabilidad de lograr el equilibrio justo.

Si ya lo has probado todo y ningún producto parece poder controlar todo el rostro entero, dale a tu piel lo que quiere y divide tu rutina de hidratación para ocuparte de cada parte por separado. Aplica una fórmula sin aceite en la zona T por un lado, y una fórmula a base de aceite en las áreas secas, por el otro.

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Una vez que hayas elegido un humectante adecuado para tu tipo de piel, el siguiente paso es una rutina de humectación sólida. Aquí hay una rutina básica que puedes seguir:

1. Hacer una prueba de sensibilidad en un área pequeña de la piel. Realiza esta prueba siempre con cualquier producto para el cuidado de la piel (no solo el humectante) antes de aplicarlo en el rostro para asegurarte de que no te causará una reacción alérgica, enrojecimiento o brotes.
2. Limpiar con suavidad. Según tu tipo de piel, lávate el rostro una o dos veces al día (o más veces cuando sea necesario, como por ejemplo, después de hacer ejercicio). Usa un limpiador suave y agua tibia (no hirviendo) para enjuagar.
3. Aplicar el humectante sobre la piel húmeda. No seques tu piel por completo después de lavarla. Date palmaditas en el rostro hasta eliminar la mayor parte del agua y luego aplica la crema hidratante mientras la piel aún está húmeda. De este modo ayudarás a que tu piel absorba el producto y retenga un poco de humectación extra. Si ya te has secado el rostro, siempre puedes aplicar un tónico o rocío facial antes de humectar la piel.
4. Usar protector solar para el día. ¡No olvides aplicar tu protector solar de amplio espectro después de la humectación de la mañana! Vuelve a aplicar humectante y protector solar según sea necesario; si tu piel tiende a resecarse por la tarde, está bien sacar tu crema hidratante para dar un retoque rápido.

Si estás usando un medicamento tópico, como ser un tratamiento para el acné o una crema con esteroides de uso medicinal, tu proceso cambiará un poco: Debes aplicar tu tratamiento inmediatamente después de enjuagarte el rostro y luego esperar 30 minutos antes de seguir con la humectación. De este modo, le das tiempo al producto para que penetre en la piel y el tratamiento empiece a actuar.

Encontrar el mejor humectante para tu tipo de piel no es tarea fácil, pero vale la pena hallar un producto básico que sabes que siempre le dará a tu piel un brillo natural y saludable. No tengas miedo de experimentar hasta encontrar tu producto ideal, con la textura, el aroma y los beneficios para la piel que buscas. Con tantos humectantes en el mercado, es cuestiónde tiempo hasta que encuentres uno que le dé a tu piel exactamente lo que necesita.

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