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Un gran tratamiento facial es la mejor combinación de cuidado de la piel y cuidado personal en un paquete relajante y rejuvenecedor de lujo. No solo mejora tu piel al dejarla suave, saludable, radiante y descongestionada, sino que esos masajes cumplen la doble tarea de calmar los nervios al final de una larga semana.
Un tratamiento facial profesional es la máxima satisfacción, pero también puedes aprender a hacerte uno en casa, sin tener que programar ni viajar. Y es probable que tengas en el baño o en la cocina la mayor parte de lo que necesites para preparar el tratamiento perfecto.
Usa una banda para el cabello para mantenerlo alejado del rostro. Puedes poner velas aromáticas y sonidos relajantes.
Comienza limpiando el rostro con una toallita desmaquillante o una almohadilla de algodón empapada en limpiador sin aceite para disolver el maquillaje.
Usa las yemas de los dedos para masajear un limpiador con espuma en tu piel durante 60 segundos. Enjuaga para librarte de la suciedad y del exceso de grasa, y crea un lienzo fresco para el resto de tu tratamiento facial.
Remoja una almohadilla de algodón con un exfoliante alfa o beta-hidroxiácido y pásatelo por el rostro para remover las células muertas y revelar la piel más suave y más joven que hay debajo. La exfoliación también permite que otros productos penetren mejor los poros.
Sumerge un pañito en agua tibia y colócalo sobre el rostro por 10 minutos para abrir los poros, para que puedan absorber los ingredientes activos de forma más efectiva. ¡Agrega un toque de aceites esenciales para mejorar la experiencia de spa!
Humedece una almohadilla de algodón con tonificador y aplica una capa fina en el rostro para equilibrar los niveles de pH de la piel. Ajústalo a tu tipo de piel: una fórmula con ácido salicílico servirá para una piel grasa, mientras que una sin alcohol es mejor para una piel seca.
Comienza con 15-20 minutos de una máscara de arcilla o una máscara facial para limpiar tus poros y encoger su apariencia. Luego, usa una máscara con suero específica para el cuidado de piel que prefieras: una máscara de crema nutritiva es ideal para la piel seca, mientras que una máscara iluminadora revitaliza la piel opaca.
Masajea un humectante hidratante en tu piel para tonificar los músculos faciales, aumentar el drenaje linfático, mejorar la circulación de la sangre y aprovechar todos los demás beneficios. Hazlo con movimientos circulares cortos y suaves.