Por qué es importante usar un humectante facial con SPF para protección solar e hidratación

Si hay un paso de la rutina de cuidado de la piel que no puede omitirse, es la aplicación de protector solar... absolutamente todos los días. El SPF del protector solar evita que tu piel sufra daño solar, que puede causar hiperpigmentación, líneas de expresión y arrugas, pero también constituye la primera línea de defensa contra el cáncer de piel.

Sin embargo, ¿para qué invertir tiempo y dinero en dos productos separados si puedes tener las ventajas de ambos en una sencilla aplicación? Entra en escena el humectante SPF. Te contamos por qué combinar el protector solar y el humectante en un solo paso te permite simplificar tu régimen de belleza.

Un humectante SPF incorpora protector solar en la fórmula, por lo que fusiona dos productos esenciales del cuidado diario de la piel: protector solar e hidratante. En pocas palabras, te brinda los beneficios del SPF pero a la vez mantiene tu piel tersa e hidratada gracias a ingredientes como ácido hialurónico y glicerina. Busca un humectante SPF que contenga antioxidantes para reforzar aun más las defensas contra el daño ambiental en un solo paso.

Además de la practicidad de agilizar el proceso, combinar pasos permite reducir las fuentes de error al armar una rutina diaria. Es parte de prácticamente cualquier régimen de cuidado de la piel: aplicarse un humectante y después protector solar. Por otro lado, es común que acumular varios productos uno encima del otro provoque algunas de las siguientes dos situaciones: o los productos comienzan a formar grumos (a separarse en pequeñas bolitas) o empiezas a sentir la piel pesada y grasosa. Un humectante SPF te asegurará que el protector solar y el humectante actúen juntos en armonía. Combina dos capas en una, te deja la piel con una sensación agradable y crea una base uniforme para el maquillaje.

¿Por qué los humectantes SPF faciales son verdaderamente eficaces? Esto es lo que conviene tener en cuenta.

• El número del SPF: cuanto más alto es el número del SPF, mejor es la protección. No deberías usar ninguno menor a SPF 30, pero si es posible, elige la opción de SPF 50.
• Protección de amplio espectro: busca un humectante SPF que proteja a la vez contra los rayos UVA y UVB. Los rayos UVA pueden penetrar profundamente en la piel y son la principal causa de su envejecimiento prematuro. En general, los rayos UVB dañan las capas más superficiales y son los que te provocan quemaduras solares. Los dos tipos pueden producir cambios en el ADN que a su vez pueden generar cáncer de piel.
• Hidratación: ciertos ingredientes hidratantes como el ácido hialurónico pueden refrescar la piel durante largo tiempo sin dejarla grasosa.

Por su fórmula, los humectantes SPF concentran una altísima eficacia. Sigue estos sencillos consejos para potenciar los efectos humectantes y los del SPF al aplicarte esta poderosa combinación.

• Usa una dosis suficiente del producto: para incorporar todos los beneficios del SPF, aplícate al menos una gota del tamaño de una moneda pequeña.
• Presta atención a la cobertura: concéntrate en las zonas que suelen pasarse por alto, como los párpados, el nacimiento del cabello y las orejas. ¡¡Estas áreas también necesitan los beneficios del SPF (y la hidratación)!!
• Sé constante: nunca dejes de aplicarte tu humectante SPF... incluso si vas a estar adentro o si el día está nublado. Los rayos UVA pueden llegar a penetrar las ventanas de vidrio y las capas de las nubes por igual.
• Vuelve a aplicártelo regularmente: reaplícalo cada dos horas si estás al aire libre, y también si nadaste o transpiraste mucho.

¿A quién no le gustan los productos multifunción? Tu protector solar y tu humectante ya van de la mano: comienza a adoptar una rutina minimalista condensando los mejor de ambos mundos en una única fórmula.