Todo sobre el acné, parte uno: tipos comunes de acné

Tu piel desarrolla acné cuando ciertos poros, folículos sebáceos (también conocidos como folículos capilares) se obstruyen con grasa y células epiteliales muertas. Esta primera etapa del poro obstruido, llamada comedón, puede convertirse en un punto blanco o un punto negro. Para tratar los comedones y mantener los poros limpios, debes buscar productos de cuidado de la piel con medicina para el acné, por ejemplo ácido salicílico o peróxido de benzoilo. Y para evitar brotes causados por los productos de cuidado de la piel, te recomendamos usar maquillaje y productos con la etiqueta "no comedogénico".

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Los puntos blancos son vellos enquistados blancuzcos o del color de la piel que se producen cuando los poros se obstruyen con grasa y células epiteliales muertas por debajo de la superficie de la piel. Los poros pueden obstruirse por muchas otras razones. Cambios hormonales y un incremento en la producción de grasa son desencadenantes comunes. Los puntos blancos pueden aparecer en cualquier parte del rostro.

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Los puntos negros son similares, excepto que tienen una pequeña abertura superficial como un volcán que luce marrón o negra al estar expuesta a la atmósfera. Contrario a lo que puedes pensar, los puntos negros no están llenos de suciedad. En realidad están llenos de exceso de grasa y células epiteliales muertas.

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Cuando los brotes de acné se inflaman, toman un color rojo o rosado en la piel. Se los denomina pápulas y aparecen en cualquier parte del rostro y también en la espalda y/o el pecho. Algunos brotes inflamados también pueden estar llenos de pus, y a éstos se los denomina pústulas. Este tipo de acné rojo e inflamado puede ser muy sensible al tacto, y apretarlo puede empeorar la situación y dejar cicatrices que luego tardarán más en sanar.

El acné en la espalda es muy común y se produce cuando el exceso de grasa, bacterias e impurezas quedan atrapados en los poros. Esto puede causar puntos blancos, negros y pápulas o pústulas, o bien una combinación de los cuatro. Debido a que las glándulas sebáceas de tu espalda son más grandes que las del rostro, suelen ser más activas y causan acné inflamado. Si tienes acné en la espalda, te recomendamos que uses telas porosas y que te duches luego de actividades que te hacen sudar, como ejercitar.

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¿Adivina qué? El acné no solo es un problema de cuidado de la piel en los adolescentes. De hecho, según acne.org, los dermatólogos están atendiendo más casos de acné en adultos en la actualidad que en décadas anteriores. Algunos adultos desarrollan acné por primera vez a los 20, los 30 o más tarde, y otros solo lo padecieron en la adolescencia. De todos modos, el acné en adultos puede ser frustrante. Existen varias razones para el acné en adultos, como niveles hormonales fluctuantes, especialmente en mujeres durante el ciclo menstrual; el acné puede empeorar debido a situaciones estresantes; genética; e incluso una afección médica subyacente que no ha sido diagnosticada. Recuerda, no te estreses. Solo puede empeorar el acné. Encontrar el tratamiento correcto y seguir una rutina de cuidado de la piel diaria puede ayudar.

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¿Quieres conocer más sobre el acné? Echa un vistazo a estos artículos:

• Todo sobre el acné, parte dos: Causas comunes del acné
• Todo sobre el acné, parte tres: Formas comunes de combatir el acné