El Año Nuevo es un gran momento para evaluar tu rutina actual de cuidado de la piel y aprovechar las oportunidades para modificarla un poco. Cuando la bola caiga este año, tus propósitos de cuidado de la piel para el nuevo año podrían incluir planes para encontrar el santo grial de los limpiadores o comprometerte a humectarte la piel todas las noches (pero esta vez de verdad). Este año, lleva tu rutina de cuidado de la piel al siguiente nivel y decídete a restaurar el microbioma de tu piel.
¿Te preguntas qué es un microbioma? Comienza el nuevo año rebosante de conocimientos sobre cómo utilizar las defensas naturales de tu piel como escudo para protegerla.
¿Qué es el microbioma de tu piel?
En tu piel viven billones de bacterias y otros microorganismos, y eso es bueno. En realidad, es necesario. Son bacterias y microorganismos buenos, los que tu piel necesita para mantener una apariencia saludable, feliz y radiante.
El microbioma de la piel es una comunidad compleja formada por miles de cepas de bacterias, hongos, ácaros, levaduras, virus y otros microorganismos. Estos se encuentran en toda la capa superior de la epidermis, y esta red se une para fortalecer la importantísima barrera cutánea, que es la que retiene lo bueno, como la humedad, y mantiene alejado lo malo, como la contaminación, la suciedad y las toxinas ambientales.
Mientras tanto, estos microbios buenos cumplen aún más funciones, que no se perciben a simple vista, para proteger la piel. Por ejemplo, algunos eliminan el exceso de sebo para mantener el equilibrio de los niveles de grasa, mientras que otros se alimentan de las células muertas de la piel para proporcionar una exfoliación natural. Existen algunos que incluso son responsables de controlar el crecimiento excesivo de microbios, como la bacteria Propionibacterium acnes, que puede provocar brotes de acné.
En resumen, un buen microbioma cutáneo es uno de los principales pilares de un cutis saludable. Dicho esto, cuando el microbioma pierde el equilibrio, puede dar lugar a diversos problemas: acné, infecciones de la piel y afecciones inflamatorias como la rosácea y el eczema.
¿Qué es el microbioma de tu piel?
Te estarás preguntando si el microbioma de tu piel está equilibrado. ¿Cómo saber si no lo está?
Observa detenidamente tu piel. Como el microbioma es responsable de funciones que incluyen mantener los niveles de humectación de la piel, aumentar la barrera natural, inhibir la inflamación y controlar los microorganismos nocivos para la piel, las siguientes condiciones pueden indicar un desequilibrio:
- Acné crónico
- Infecciones cutáneas
- Dermatitis atópica
- Eczema
- Rosácea
- Psoriasis
- Enrojecimiento
- Picazón
- Cicatrización lenta de heridas
6 propósitos de Año Nuevo para el cuidado de la piel que te ayudarán a equilibrar tu microbioma
Año Nuevo, rutina nueva de cuidado de la piel. Las tendencias de belleza pueden cambiar todo el tiempo, pero un cutis saludable y radiante siempre está de moda. Y para eso, necesitas que el microbioma de tu piel esté equilibrado.
Prueba agregar los siguientes rituales sencillos a tus nuevos propósitos de cuidado de la piel para que esta comunidad de flora cutánea siga creciendo.
1. Sigue una dieta saludable para el intestino
Debido a que los microbios del intestino y los microbios de la piel tienen una relación intrínseca entre sí, lo que comes influye en el comportamiento de tu cutis. Trata de seguir una dieta saludable para el intestino llena de proteínas, fibra, grasas buenas y probióticos, es decir, frutas y verduras frescas, cereales integrales y alimentos fermentados. Eso no significa eliminar por completo los alimentos procesados, el alcohol y los azúcares agregados, sino simplemente consumirlos con moderación.
2. Evita una limpieza excesiva
El polvo, las impurezas y la contaminación pueden causar estragos en la piel, pero una limpieza excesiva puede ser más perjudicial que beneficiosa. Es importante que la piel esté limpia, pero no absolutamente esterilizada. De lo contrario, se corre el riesgo de eliminar el microbioma natural. Evita usar jabones fuertes y agua hirviendo, así como restregar la piel.
3. Ten cuidado con los ingredientes agresivos
Tu piel es un ecosistema y existe un delicado equilibrio entre el huésped y el microorganismo, por lo que los ingredientes que elijas usar en tu piel deben seleccionarse con cuidado. Cuando veas productos tópicos que contienen ingredientes agresivos como alcohol o surfactantes, recuerda que, a menudo, menos es más.
4. Haz ejercicios que te hagan sudar un par de veces por semana
Hacerlo es excelente para la piel (y el cuerpo en general), por muchas razones. El ejercicio no solo aumenta el flujo sanguíneo a la piel, sino que el sudor también contiene compuestos prebióticos que ayudan a desarrollar el microbioma de la piel.
5. Controla tus niveles de estrés
No es ningún secreto que el exceso de estrés afecta negativamente la salud. Lo que puede ser menos obvio es cómo el estrés altera el microbioma de la piel. Entonces, si bien el estrés es inevitable, busca tus propias herramientas, como la meditación, llevar un diario o el yoga, para ayudar a anular su impacto.
6. Pasa tiempo en la naturaleza
Salir al aire libre es bueno para la piel. Sumergirte en un entorno natural (lleno de bacterias, hongos y otros microorganismos beneficiosos) puede aumentar la diversidad del microbioma de la piel. Entonces, sal a dar un paseo en bicicleta o camina por el bosque, y considéralo un regalo de Año Nuevo para ti y tu piel. Pero no olvides aplicarte SPF antes de salir. ¡Tu piel te lo agradecerá más tarde!
Mira la historia
