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El refrigerador para el cuidado de la piel es una de las soluciones más geniales para mantener tus productos de belleza frescos, potentes y libres de bacterias. Aportan un toque divertido a tu rutina diaria, pero ¿ofrecen también beneficios reales para la piel?
Por ejemplo, ¿una temperatura más fría prolonga realmente la vida de tus productos?
Resulta que el frío no es beneficioso para todo. Sacar el máximo partido a tu pequeño refrigerador normalmente se reduce a saber qué productos para el cuidado de la piel debes guardar en el refrigerador y cuáles es mejor conservar en otros ambientes.
La mayoría de las personas no necesitan un refrigerador para el cuidado de la piel. Si vives en un clima muy caluroso, el toque frío de un refrigerador para el cuidado de la piel puede evitar que los productos de belleza se descompongan rápidamente con el calor. Por lo demás, la mayoría de los productos para el cuidado de la piel se someten a rigurosas pruebas y procesos de certificación para garantizar que se mantengan estables y libres de bacterias a temperatura ambiente.
Aun así, esta pequeña inversión puede potenciar tu rutina de cuidado de la piel. El refrigerador para el cuidado de la piel es perfecto para ingredientes con moléculas inestables, como la vitamina C, que se descomponen mucho más rápido cuando se exponen a la luz solar y a los cambios de temperatura. Además, tener un entorno frío y con humedad controlada aporta una capa de protección contra la proliferación de levaduras, bacterias o moho en caso de que se produzca una ola de calor o una tormenta húmeda.
Además, como sabe cualquiera que haya disfrutado alguna vez de una máscara de hoja fría o de una crema fría para ojos, aplicarse un producto recién sacado del refrigerador es realmente muy refrescante. Los productos fríos también pueden ayudar a reducir la hinchazón, la inflamación, el enrojecimiento y la irritación.
¿Sirve un refrigerador normal? Si realmente quieres obtener beneficios, debes pensar exclusivamente en un refrigerador para el cuidado de la piel. Esto se debe a que los refrigeradores normales suelen funcionar en un rango de 35 a 38 °F, que es la temperatura óptima para almacenar alimentos, pero no productos de belleza. Un refrigerador para el cuidado de la piel suele estar entre 45 y 60 °F. Si mantienes los productos para el cuidado de la piel a una temperatura demasiado baja, los productos se espesarán y te resultará más difícil extenderlos.
Si prefieres guardar tus productos para el cuidado de la piel en un refrigerador normal, sepáralos físicamente de los alimentos. Como los productos alimenticios tienen una vida útil mucho más breve y son más propensos a los gérmenes, debes evitar goteos u otras contaminaciones cruzadas. La bandeja vacía de la manteca o el cajón de las verduras pueden ser un lugar práctico para guardarlos.
Los beneficios de refrigerar los productos de belleza no son universales. Aquí tienes una lista básica de las partes de tu rutina para las que es mejor utilizar productos refrigerados.
Hay algunos productos para el cuidado de la piel que nunca deben guardarse en el refrigerador. Las máscaras faciales a base de arcilla encabezan esta lista, ya que pueden endurecerse y secarse más rápidamente a temperaturas más bajas, lo que las hace grumosas y difíciles de usar. Los aceites faciales o los humectantes con base aceitosa pueden separarse, cambiar de consistencia o incluso volverse sólidos si se guardan en un refrigerador.
Puede que los refrigeradores para el cuidado de la piel no sean necesarios para todo el mundo, pero proporcionar una atmósfera controlada para tus productos tiene ventajas reales. Si conoces bien qué productos para el cuidado de la piel debes guardar en el refrigerador, éstos pueden hacer que tu rutina de belleza se mantenga fresca incluso en los días más calurosos.