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La piel áspera y con tono disparejo suele deberse a la acumulación de células muertas en la superficie de la piel. Normalmente, las células epiteliales muertas son eliminadas mediante un proceso llamado exfoliación. Las nuevas células que se crean en la capa interna de la piel pasan al exterior, y sacan a las células más viejas a la superficie. Las células muertas en la capa más externa de la piel se eliminan naturalmente mediante la descamación o exfoliación. La aspereza de la piel también puede ser el resultado del daño causado por la exposición a los rayos solares UV. Aunque la textura áspera es principalmente un problema de apariencia, puede afectar la aplicación y el acabado del maquillaje
Tu piel elimina naturalmente las células epiteliales muertas, pero este proceso, llamado exfoliación, puede hacerse más lento con la edad. La acumulación de células epiteliales muertas resultante puede hacer que tu piel se vea opaca y sin vida. Afortunadamente, los efectos que iluminan la piel proporcionados por los exfoliantes pueden ayudar.
Muchos productos exfoliantes contienen hidroxiácidos, que son versiones de ácidos naturales que provienen de las frutas que contienen azúcar.1 Los alfa hidroxiácidos (AHA), como el ácido glicólico, ayudan a disolver los enlaces de proteínas que mantienen a las células epiteliales muertas unidas, para facilitar su remoción.2
Los beta hidroxiácidos (BHA), como el ácido salicílico, son similares a los AHA, ya que ayudan con el proceso de descamación, pero también pueden penetrar en los poros para remover la grasa y las impurezas.3
Al aflojar y remover la capa externa de células epiteliales muertas, los hidroxiácidos pueden estimular la producción de células nuevas en la superficie, para lograr una piel más suave y de color más parejo. Debido a que estos ácidos también pueden hacer que tu piel sea más susceptible al daño producido por el sol, los dermatólogos recomiendan la aplicación de un protector solar de amplio espectro con una protección de al menos SPF 30.1
Al igual que con cualquier tipo de cuidado de la piel, debes evitar el uso excesivo. Si sufres de sequedad o irritación, probablemente te estés exfoliando con mucha frecuencia. Una o dos veces por semana es suficiente para lograr una piel más suave y radiante.
Te recomendamos que consultes con tu dermatólogo o médico para que te proporcione un diagnóstico y un tratamiento adecuados.